Para comprender completamente la obra de Salvador Dalí, hay que visitar su tierra natal en la pequeña ciudad española de Cadaqués, ubicada en el cabo de Creus. Solo viendo los paisajes locales se puede imaginar de dónde se inspiró el artista. Contornos verdaderamente sobrenaturales de montañas rocosas, como cabezas cortadas de queso gigante, asombran y fascinan. Pero no nos adelantemos a decirte en orden qué es este increíble lugar.
Donde hay lugares interesantes
El cabo de Creus es el punto más oriental de España y de toda la Península Ibérica. La ciudad principal más cercana es Figueres, a 39 kilómetros de donde se puede viajar en coche o autobús.
En el camino, tendrás que superar el paso y hacer la primera parada en Cadaqués, donde el célebre español Dalí pasó la mayor parte de su vida viviendo en una casa con su amada esposa y su musa Gala. Las entradas a su casa-museo deben reservarse con antelación y recogerse como máximo media hora antes del tour. Su costo es de 11 euros. Pero puedes llegar al famoso jardín de los olivos sin cita previa por solo 5 euros. Debe tener en cuenta que el museo está cerrado a los visitantes en enero.
Paisajes naturales
Solo hay seis kilómetros desde Cadaqués hasta el cabo de Creus, que se pueden recorrer en verano en un tren de carretera especial. En otras temporadas, puede utilizar los servicios de taxis locales, pero para obtener más placer, vale la pena recorrer este camino a pie. Te avisamos de inmediato que tendrás que ir por caminos de montaña, por lo que debes cuidarte el calzado adecuado. Pero vale la pena mencionar que los ascensos aquí no son empinados y aptos para caminar, es decir, no se necesitan habilidades de montañismo.
Después de respirar algunas bocanadas de aire salado del mar, comienza a sentir una oleada de felicidad inexplicable. No es de extrañar que los españoles digan que este cabo es un lugar mágico y tiene propiedades hipnóticas.
Otro aspecto positivo de la caminata es su carácter educativo, ya que esta zona pertenece a la reserva y se denomina Parque Nacional Cap de Creus.
Es imposible permanecer indiferente, contemplando los relieves de las asombrosas montañas, que en algunos lugares parecen queso fundido con enormes agujeros. Dado que las rocas son de origen volcánico, puede encontrar cráteres de formas extrañas en ellas, que es más probable que se vean en películas sobre civilizaciones extraterrestres que sobre la vida terrestre. Los fuertes vientos y las olas del mar han formado cuevas y grutas asombrosas que atraen con su misterio y secretos ocultos.
Flora y fauna del Cabo
Cabe destacar la diversidad de la flora, representada en ocasiones por especies únicas de pastos y arbustos. Su rica combinación de colores transforma las pistas en un patrón multicolor. Aquí también puede encontrar representantes de la fauna de esta región, entre los que se encuentran los gatos monteses. Si tiene mucha suerte, podrá ver un ciervo orgulloso. Los nidos de halcones y águilas se pueden ver en los picos, mientras que estas orgullosas aves vuelan en el aire. Por los senderos que conducen directamente al mar, se puede bajar a la orilla y ver racimos de corales en el agua, cardúmenes de pequeños peces y erizos de mar.
Cabo en el "fin del mundo"
Y ahora quedan los últimos cien metros hasta el punto final del cabo Creus. El sendero aquí va cuesta arriba, por lo que vale la pena un poco más de esfuerzo, pero la recompensa por esta carrera final será una vista increíble. Alrededor, hasta donde alcanza la vista, solo hay agua, cielo y rocas. Existe la sensación de que estás experimentando el momento del nacimiento del universo, cuando todavía no hay nada vivo, solo todos los elementos entrelazados para crear el milagro de la vida.
Las impresiones también las agrega el viento, que sopla aquí constantemente y con mucha fuerza. Existe la leyenda de que este viento puede llevarse la mente y poner a una persona en un estado de hipnosis. La caminata completa dura una media de dos a tres horas, teniendo en cuenta las paradas de tiro y los descensos al mar.
Faro viejo
Hay un faro en el cabo. Según la leyenda, fue construido por el mítico Hércules, y al mirarlo, involuntariamente comienzas a creer en él. Los científicos no pueden determinar con precisión la fecha de construcción de esta torre, pero se sabe con certeza que existió en el siglo V a.C., y en 1853 fue restaurada, y de esta forma se puede ver incluso ahora. Este faro funciona, ya que las bahías rocosas del cabo están plagadas de muchos peligros para los barcos de mar.
Restaurante Cap de Creus
Al finalizar el viaje, el turista se encontrará con una grata sorpresa en forma del restaurante Cap de Creus, donde podrá disfrutar de una sabrosa comida y relajarse fuera de la carretera en una mesa hecha de tablas y destapada con un mantel, desde sofisticación y La etiqueta estricta de alguna manera no se combina con el paisaje y la atmósfera de este lugar. Para un refrigerio ligero, son adecuadas una taza de capuchino, tortilla (omelet) y pan rallado con tomates frescos. Todo esto costará unos 15 euros.
Para los que tienen más hambre, ofrecerán platos de mariscos, varios platos de verduras, así como algo picante de la cocina india. Si lo desea, puede alquilar una habitación ubicada en el segundo piso del restaurante y pasar la noche. Pero por la mañana todos serán aguardados por un espectáculo de asombrosa belleza: el amanecer. Miles de personas vienen a verlo los fines de semana. Es imposible describir este fenómeno natural, por lo que incluso por ello vale la pena visitar este “fin del mundo”.
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Viaje de vuelta
Los que no se alojan en el hotel vuelven por carretera por una carretera perfectamente lisa. Lleva menos tiempo que caminar, pero no disminuye las impresiones.
En general, el viaje dura entre 6 y 7 horas, incluida una visita al museo y al restaurante, pero la experiencia durará toda la vida.
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